martes, 26 de enero de 2010
Una entrevista en el tiempo
Estaba en la parada de autobuses a las 6 de la mañana, esperando algún tipo de transporte para dirigirme a mi clase de ciencia ficción, cuando de la nada a pareció un carro gris que se acercaba a toda velocidad. El auto se detuvo al lado de donde estaba, debo confesar que pensé que me iban a atracar, por lo que vi la placa, pero me sorprendí que dijera OUTATIME.
Las puertas del carro se abrieron, me sorprendió que fueran tipo alas, sabía que ya había visto algo así, pero con el miedo no podía recordarlo. Un muchacho joven que vestía pantalones jean, una chaqueta roja con mangas de jean. Parpadeé dos veces y recorte que el auto era un Delorean y el muchacho era Marty McFly el protagonista de Volver al futuro, la película que este año cumple 25 años desde su estreno.
-Disculpa ¿tienes un refresco, para mi condensador de flujos?, fueron las palabras que dijo.
No dije con la cabeza. Pero rápidamente pregunté.
-¿Cómo llegó a Venezuela? ¿Viajo en el tiempo?
- Sí vine al 2010 para ver cómo era Venezuela antes de irse Chávez.
-¿De qué época viene?
-De 1985, deje al doc. y a Jennifer en Hill Valley, para ver esto por acá.
-Disculpe la intromisión, pero en la tercera película vimos que el Delorean se destrozaba ¿Cómo es que lo tiene hoy?
-¿La verdad? Bueno viaje en el tiempo con la locomotora del doc. y logre salvar la máquina del tiempo.
-O sea que ¿ahora pueden hacer otra película?
-No quisimos hacer más películas por lo costoso de transportar todo el equipo de video en el tiempo.
-De todos los viajes en el tiempo que hizo ¿cuál le gusto más?
-Cuando fui a 1885 y conocí a Seamus McFly
-¿Le molesto que usted no fuera la primera opción para ser el protagonista de la película?
-No, pero menos mal que despidieron a Eric Stoltz, porque viajar en el tiempo es toda una aventura.
-¿El doc. no va a sacar a la venta la máquina del tiempo?
-No, porque está seguro que las personas la utilizarían para cosas malas, como jugar la lotería como trate de hacer y cambie el pasado sin querer.
-Después de Venezuela ¿a dónde irá?
-Volveré a 1985, con mi familia, que no es perfecta pero es la que tengo.
Después de conseguir un refresco, el Delorean estaba listo para partir. Marty se monto en el asiento y de manera veloz en la calle sólo quedó el rastro de fuego característico de la máquina del tiempo.
Empecé a toser, pero me di cuenta que el encuentro fue sólo producto de mi imaginación ayudada por los gases que botaba el tubo de escape de la perrera que me llevaba a mi clase de ciencia ficción.
Publicado por
Yolanda Martinez
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