Se trata de 2025, cuando supuestamente ya crearon órganos artificiales que se venden a crédito y con precios exorbitantes. Son vendidos como “algo que le debes a tu familia”. Todo comercializado por The Union.
El protagonista de la película, es decir, Jude Law (Remy) es uno de los recuperadores (saca los órganos artificiales de la gente y los deja morir) pero, él eventualmente tiene un accidente provocado intencionalmente por su compañero Forest Whitaker lo que obligo en primera estancia a hacerle un trasplante de corazón y también a quedarse con una deuda enorme. No entendí lo del compañero con el ojo chueco, debieron de haber puesto a uno con los ojos buenos, aunque la actuación del hombre no es cuestionable.
Una vez Remy se vio no sólo como un victimario, sino también en un papel de víctima, atado a un sistema corrupto y asesino, empezó un fuga con la chicha Alive Braga (Beth) que amó por compartir una condición y estar en el momento.
En su escapatoria su “fiel” amigo lo persigue y le dan a la película un final previo al original. Es decir, se supone que él (Jude Law) escapa con su chica a una playa paradisiaca en el Caribe, pero en realidad todo eso es parte de un programa que se le instala a las personas que caen en coma, de esa manera sueñan sus anhelos por siempre (sí, ese es otro invento para la felicidad de la gente “que le debes a tu familia”).
A pesar de que la película tenía material para tomar una vía de crítica social a un sistema que desde ahora tiene problemas en impartir salud a quienes deben, tomó una vía de collage cinematográfico. Algunas críticas, dicen que es una mala copia de The Repossessions Mambo.
Pero, no todo es malo. Hay una escena en particular, que está antes de que el protagonista destruya el sistema de la compañía. Donde él debe registrar todos los órganos que su amada tiene (son muchos, es más máquina que carne).
Ese pedazo de la película se puede definir como la escena de “amor”. Antes de empezar a abrirle la piel la droga un poco, roza sus labios y comienza la razón por la cual más o menos vale la pena ver la película. Él la besa. De fondo suena “Sing it back” de Moloko.
Y empieza a escanear cada uno de los órganos que la muchacha tiene. Primero los ojos, orejas, garganta, luego abre la piel de la rodilla, pasa a los muslos y en ese instante se ve el esfuerzo que hace por hacer a un lado los músculos, corre la sangre.
Por último, la recuesta es la mesa, le dice que se quede con él, Beth responde “always” (siempre) y le abre el pecho. Ella muere, pero lamentablemente es revivida con una inyección milagrosa, eso da pie a un final no malo, pero sí predecible.
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