En ese presente, que hoy parece bastante lejano, el ser humano ya no sólo convive con robots sino que toda su existencia depende de ellos por lo que se convierte en un interesante experimento aunque pueda ser visto como un poco anacrónico.
lunes, 31 de enero de 2011
Mensaje ambientalista con empaque futurista
Pensar en viajes al futuro nunca fue tan divertido
La producción numero 46 de Walt Disney Animation Studios y Walt Disney Pictures puede definirse como la imagen viviente del mundo imaginario donde no hay límites de realidad y los sueños solo se restringen por la mente del que los ve.
Meet the Robinsons (Descubriendo a los Robinsons en España, La familia del Futuro en Latinoamérica) es una película de aventura ligada con un poco de ciencia ficción para niños dirigida por Stephen Anderson, estrenada en septiembre del 2007 en algunos países de América Latina.
La familia del futuro está basada en la historia de un niño llamado Lewis, quien por su brillantez y creatividad conseguirá aventurarse en un viaje en el tiempo, buscando conseguir a la familia que no conoció. Sin embargo no resulta así, Lewis termina en el año 2037, el futuro de ensueño en el que sorpresivamente depende todo de él.
Tiene elementos, como los artefactos científicos de Lewis y los variados viajes en el tiempo que realiza, que son característicos de la ciencia ficción que hacen de esta película una obra para grandes y pequeños, completamente disfrutable por toda la familia.
Ciencia Ficción para niños
Elizabeth Narváez Moreno
Cuando te hablan de ciencia ficción es fácil pensar en Volver al futuro o Jurassic Park, películas muy taquilleras que relataban hechos increíbles de manera casi real, con personas como nosotros que se ven envueltas en ciertas situaciones. Sin embargo existen también animaciones que divierten usando la ciencia ficción.
Un ejemplo de esto es Jimmy Neutron, el niño genio que con una cabeza bastante más grande en proporción que su cuerpo, resuelve y crea problemas usando la ciencia.
Los capítulos resultan bien entretenidos y tratan desde cambios de cuerpo hasta viajes en el tiempo. En ellos se explica el funcionamiento de las cosas y cómo hace Jimmy para lidiar con las consecuencias de usar su extraordinario cerebro para la ciencia.
Afortunadamente, el niño de 11 años sólo usa sus dotes para el bien y para solucionar problemas generalmente sencillos como bravucones de su escuela y este tipo de inconvenientes.
Creo que es una manera divertida de introducir a los niños en el mundo de la ciencia ficción, pues con programas de este tipo, aparte de estimular la imaginación, los chicos más curiosos podrían preguntarse la posibilidad de que todo esto ocurra, desarrollando de este modo, su lado crítico y a la vez su lado científico.