jueves, 30 de junio de 2011

Terminator, one, two, three

Terminator es una película en la que un androide,  es decir, un “robot humanoide”, es mandado desde el futuro para al pasado con la misión de proteger a la mujer que tendrá al único hombre capaz de salvar el porvenir del planeta del temible Terminator, un “cyborg asesino” (un robot enviado desde el futuro para matar a la madre y a su hijo, con el fin de impedir que estos acaben con la rebelión de maquinas en el futuro)


El hecho de que sea un androide, el que venga a salvarlos se debe a que “la resistencia” (los que luchan en contra de los Skynet en el futuro), saben que deben enviar a un hombre lo suficientemente fuerte como para poder proteger a la mujer y su hijo,  y lo más similar a un hombre normal debido a que a la época a la que era enviado, 1984, no tenían conocimiento tecnológico tan avanzado. Aunque vale la pena destacar que se les paso un detallito, porque que el Cyborg es enviado al pasado sin ropa, por lo que tiene que pasar por  una serie de problemas, como cuando intento quitarle la ropa a un vagabundo.

Es significativo destacar que en esta película como en muchas otras, se ve la diferenciación entre el bien y el mal, los que son controlados y los que quieren controlar, lucha de poder.

Un argumento importante de la película es el que la madre, Sarah, hace al final de la trilogía, donde dice que  si “una máquina pudo ser capaz de entender el valor de la vida humana quizás la humanidad también”.  En mi opinión esa frase engloba muchas de la realidades de la actualidad, en la que parece que no hay respeto por la vida, pero nos da una luz de esperanza al decir si una maquina que no es totalmente humana pudo encariñarse y dar su vida por el bien de la humanidad, dejando a un lado lo que sus intereses personales para pensar en los otros; si un androide lo hizo los seres humanos podemos ser capaces de realizar grandes cosas cuando no los proponemos; ese el aspecto que más me impacto de la película, que es positiva.   

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