lunes, 14 de mayo de 2012

La Ciencia Ficción: Tecnología con fibras humanas


         La Ciencia Ficción es sin duda una de las maneras en las que el ser humano busca respuestas y soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad y la vida íntima de cada persona, que bajo circunstancias naturales sería imposible.
          Es una forma de proyectarse ante el problema, y de una manera fantástica solucionarlo, pero sólo a través de lo que el hombre puede controlar, y eso es la tecnología. Es con ella que puede echar mano a situaciones incontrolables: como eventos pasados, deseos inalcanzables (al menos por el momento), problemas de inseguridad, la contaminación, guerra, la muerte, malas decisiones, todo lo que uno quisiera borrar o cambiar drásticamente.
            Por ejemplo, Volver al Futuro plantea la posibilidad de cambiar el presente mejorando las decisiones mal tomadas en el pasado, y evitar las futuras. La película muestra el diseño de una maquina que permite retroceder y avanzar en el tiempo, no sólo con la posibilidad de ser un observador sino de poder intervenir y cambiar los hechos, que afectaron negativamente en el futuro. Obviamente casi una fantasía. Se evidencia el deseo de poder modificar algo que es completamente imposible, al menos hasta la actualidad.
         Terminator muestra un mundo que colapsó en sus propias invenciones, recayendo sobre ella misma. Las máquinas controladas por el odio y la ambición, destruyen la humanidad. Nuevamente, interviene el factor de retroceder el tiempo y cambiar el curso de las cosas, evitando decisiones erradas que produjeron una hecatombe incontrolable. En la que curiosamente, en el transcurso de la historia, la máquina del futuro regresa al pasado para ayudar, y se reconcilia con el hombre ayudándolo a escapar de la destrucción. Luego, en recompensa por todo el daño que causó su “gente” (el resto de las máquinas), se destruye asimismo para cambiar el curso de la historia.
        El Hombre Bicentenario, particularmente tocó las fibras más profundas de mi corazón. Y aunque el argumento de esta película pareciera más bien completamente artificial, demostró la belleza del ser humano, de poder respirar, amar, besar, tocar, comer, e incluso envejecer, las cosas más cotidianas que para algunos es algo tan automático pasando desapercibido, aquí un robot entendió el valor de todas estas cosas, tanto que deseó ser un humano. 
   Por último como para citar un ejemplo actual en Ciencia Ficción, que refleja otra problemática solucionada por la intervención tecnológica, es la animación WALL-E. Realmente esta película representa varios problemas gracias a los avances: muestra una sociedad que colapsó en la devastación por la contaminación ambiental, y que curiosamente una máquina fue quien comprendió la misión restauradora de la tierra, ayudando a entrar en reflexión a un ser humano para regresar a “casa”.

        También demuestra cómo la interacción social es completamente electrónica, nada humana. Las personas ya no pensaban por sí misma, sino que todo es bajo las órdenes de: una pantalla, una corneta, un alta voz, un botón, y así sucesivamente. Hasta que una pareja cambió la manera de relacionarse entre ellos mismos y el entorno, gracias a que accidentalmente la maquinita con “sentimientos humanos”, logró desconectarlos de ese mundo paralelo en el que estaban absortos.   
    Personalmente, creo que las películas de Ciencia Ficción son plenamente reflexivas. Muestran la percepción que se tiene de los problemas, la necesidad de cambiarlos, intervenir en ellos y llevar a la conciencia (de alguna manera), la responsabilidad que nos toca ante este mundo, que en realidad estamos dejando poco a poco en manos de botones, pantallas y aparatos cada vez más “humanos”.
María Andreina Cerrada Moreno







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