domingo, 27 de enero de 2013

Ficción y emancipación

La sociedad es dinámica, heterogénea, cambiante… y machista. Los roles femeninos generalmente se encuentran ajustados a las figuras masculinas. “Ser soltera, viuda, casada, divorciada, o aún tienen connotaciones que remiten a un estatus cuyas referencias es un ente masculino. El caso de madre soltero es típico de esta condición: se le admita porque sale adelante sin un hombre al lado. Si fracasa, se debe a que no tuvo apoyo masculino” Natalia L. Orozco
Ultravioleta

Al menos, claro, que estemos hablando de ciencia ficción. Ahí, como ya  nos acostumbra, el asunto es distinto. De hecho, uno de los grandes clásicos del género, Frankenstein,  fue escrito con la pluma de Mary Shelley, una escritora británica.
 El feminismo, como variante para construir realidades dentro de las historias Ci-fi, ha servido para demostrar utopías (y distopías) donde la mujer no solo logra una verdadera igualdad, en muchos casos, incluso, llega a dominar y disminuir al hombre.
Alice Abernathy - Resident Evil
  Para nombrar unos ejemplos, estas “nuevas” realidades  nos pinta una mujer de armas tomar, pero literalmente hablando. Ultravioleta, la mujer maravilla  o Alice Abernathy son ejemplo de estas. Con este arquetipo se rompe el típico rol de la mujer débil, sumisa y dominada, quedando al mismo nivel del hombre.
Es decir, en muchos casos, la mujer deja de ser esa princesa que no puede valerse por sí misma, dependiente del príncipe que venga a salvarla del horroroso dragón de fuego para terminar dependiendo de el por el resto de su vida y ser feliz para siempre.
Princesa Leia Skywalker
- Star War
   Green y Lefanu  comentan que “Es indudable que, como género, la ciencia-ficción constituye el ámbito ideal para verter las visiones especulativas del futuro, así como para analizar y explorar toda una serie de posibilidades políticas y personales; proporciona además la oportunidad de imaginar a la mujer fuera de una cultura patriarcal, pudiéndose así determinar y cuestionar los componentes de ésta. La ciencia-ficción nos permite ver más allá de los restringidos papeles preceptuados para las mujeres, concediéndonos la oportunidad, como ha dicho Suzy McKee Charnas, de describir tanto nuestros sueños como nuestras pesadillas.
Por otra parte, la ciencia-ficción también nos permite estudiar la situación actual de la mujer, utilizando las metáforas propias de ese género para mejor enfocarla e iluminarla; es decir, podemos estar escribiendo sobre el futuro, pero lo cierto es que estamos escribiendo sobre el presente
Pero más allá de eso, es una ventana a la reconsideración de la autoimagen femenina, por ello, invito a las mujeres, que poco nos emocionamos en ver películas del género, a que empiece a indagar en estas producciones algunas respuestas para su emancipación.

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