domingo, 27 de enero de 2013

Un mundo electrónico seducido por los sentimientos.


EL HOMBRE BICENTENARIO.

Un mundo electrónico seducido por los sentimientos.

Robín Williams es el actor encargado de dar vida a Andrew, un nuevo robot NDR-114 que sale a la venta en la primera década del nuevo milenio, donde los grandes avances tecnológicos están dominando a la compasión humana. Basada en una obra de ciencia ficción de Isaac Asimov el hombre bicentenario llega en el año 2005 a la casa de los Martin con el fin de realizar labores cotidianas hogareñas, a pesar de la aceptación en principio de la familia surge el rechazo cuando Grace se da cuenta que Andrew posee emociones que no debe tener un robot.

El hombre Bicentenario es una film que muestra la evolución de las habilidades del pensamiento humano a través de Andrew, pues su condición de robot le da la oportunidad de vivir 200 años y aprender hacer lo que han hecho los seres humanos en siglos de evolución. El conflicto moral que tiene el protagonista se pone en manifiesto cuando el comienza a ser humano porque se siente esclavo, y de alguna o otra manera ya no quiere seguir recibiendo ordenes  y es allí cuando decide decirle a Gerald que lo deje ir decidido en cambiar para ser un hombre, toma la dura conclusión que debe morir, introduciendo sangre en su sistema, para que su cuerpo empiece con el proceso de envejecimiento, es importante resaltar puntos importantes en la operación cuando el robo-biólogo, le dice "esto demuestra que cuando alguien se convierte en humano, tarde o temprano hace una monumental estupidez", y este le dice que podrá vivir 30 o 40 años más.
  
En la búsqueda de su identidad Andrew se enfrenta a muchos obstáculos, pero el principal es el señalamiento de una sociedad que no quería admitir su humanización  y que el formaba parte de la humanidad, es decir, el buscaba simplemente ser reconocido como un hombre: "Para que se me reconozca solo por quién soy y por lo que soy, ni mas, ni menos, no busco la aclamación no la aprobación, si no la simple verdad de dicho reconocimiento, este ha sido el objetivo elemental de mi existencia, y debo conseguirlo tanto si quiero vivir como morir con dignidad".



A pesar de tener una carga emocional fuertemente presente, este film muestra una ciencia ficción dura, que Barceló en el año 1990 señalo que “cuando la ciencia ficción retoma los temas más estrictamente científicos y se basa principalmente en el mundo de la ciencia, se habla de ciencia ficción «dura», comúnmente de ciencia ficción hard, utilizando directamente la palabra original inglesa ya que casi nadie usa su traducción literal del castellano. Por lo general, la física, la química de la biología, con sus derivaciones el ámbito de la tecnología, las ciencias que soportan la mayor parte de especulación temática de la ciencia ficción hard.” Pues se muestra todo el proceso de cambio del robot a humano y de cómo el se sumerge en la ciencia desarrollando todo su ingenio realizando implantes orgánicos que le permiten ser cada vez más humano al punto que dentro de su comprensión entiende que debe sacrificar su vida robótica para lograr el título de humano.  El hombre bicentenario es una película  que te da una reflexión de la condición humana y te invita a pensar en las predisposiciones que tenemos como sociedad ante lo nuevo y  lo no conocido.


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