La sociedad es dinámica, heterogénea, cambiante…
y machista. Los roles femeninos generalmente se encuentran ajustados a las
figuras masculinas. “Ser soltera, viuda, casada, divorciada, o aún tienen
connotaciones que remiten a un estatus cuyas referencias es un ente masculino.
El caso de madre soltero es típico de esta condición: se le admita porque sale
adelante sin un hombre al lado. Si fracasa, se debe a que no tuvo apoyo
masculino” Natalia L. Orozco
Ultravioleta |
Al menos, claro, que
estemos hablando de ciencia ficción. Ahí, como ya nos acostumbra, el asunto es distinto. De
hecho, uno de los grandes clásicos del género, Frankenstein, fue escrito con la pluma de Mary Shelley, una
escritora británica.
El feminismo, como
variante para construir realidades dentro de las historias Ci-fi, ha servido
para demostrar utopías (y distopías) donde la mujer no solo logra una verdadera
igualdad, en muchos casos, incluso, llega a dominar y disminuir al hombre.
Alice Abernathy - Resident Evil |
Para nombrar unos
ejemplos, estas “nuevas” realidades nos
pinta una mujer de armas tomar, pero literalmente hablando. Ultravioleta,
la mujer maravilla o Alice Abernathy son
ejemplo de estas. Con este arquetipo se rompe el típico rol de la mujer débil,
sumisa y dominada, quedando al mismo nivel del hombre.
Es decir, en muchos
casos, la mujer deja de ser esa princesa que no puede valerse por sí misma, dependiente
del príncipe que venga a salvarla del horroroso dragón de fuego para terminar
dependiendo de el por el resto de su vida y ser feliz para siempre.
Princesa Leia Skywalker - Star War |
Green y Lefanu comentan
que “Es indudable que, como género, la
ciencia-ficción constituye el ámbito ideal para verter las visiones
especulativas del futuro, así como para analizar y explorar toda una serie de
posibilidades políticas y personales; proporciona además la oportunidad de imaginar
a la mujer fuera de una cultura patriarcal, pudiéndose así determinar y
cuestionar los componentes de ésta. La ciencia-ficción nos permite ver más allá
de los restringidos papeles preceptuados para las mujeres, concediéndonos la
oportunidad, como ha dicho Suzy McKee Charnas, de describir tanto nuestros
sueños como nuestras pesadillas.
Por otra parte, la ciencia-ficción también
nos permite estudiar la situación actual de la mujer, utilizando las metáforas
propias de ese género para mejor enfocarla e iluminarla; es decir, podemos
estar escribiendo sobre el futuro, pero lo cierto es que estamos escribiendo
sobre el presente”
Pero más allá de eso, es una ventana a la reconsideración de la autoimagen femenina, por ello, invito a las mujeres, que poco nos emocionamos en ver películas del género, a que empiece a indagar en estas producciones algunas respuestas para su emancipación.